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Tendencias tecnológicas para el 2018

1) Inteligencia Artificial
En 2018 se confirma una tendencia que se prologará, como mínimo, hasta 2020. Hablamos de la puesta en marcha de los primeros sistemas capaces de aprender, adaptarse y actuar de forma autónoma. Y es que los pasos que se den entre 2018 y 2020 serán determinantes para la reinvención del modelo tecnológico que, según las previsiones, habrá llegado de forma masiva en 2025.

2) Software inteligente
La evolución del software se producirá al ser dotado de un cierto nivel de inteligencia. Y esto no se refiere exclusivamente a aquellos desarrollos en los que la inteligencia artificial es imprescindible. Así, seguramente estaremos entrando en un nuevo escenario en el que la Inteligencia Artificial, en este contexto, se situará en un plano intermedio entre las funciones del software y el usuario, no solo anticipándose a aquello que el usuario ya “sabe” que quiere hacer, sino también proponiéndoles acciones que éste podría no haber contemplado todavía, pero que pueden resultarle útiles e interesantes.

3) Cosas inteligentes
No hay que olvidar que cada vez que hablamos de IoT nos referimos a ese genérico “cosas”, y que puede comprender desde un sencillo sensor que toma la temperatura de un lugar, hasta un complejísimo vehículo conectado, que además emplea esa conectividad a Internet de las Cosas para reforzar todos los sistemas de inteligencia de los que ya dispone de manera local.
Pero esto último es, precisamente, otro de los elementos clave: la inteligencia en el propio objeto. Y, a diferencia de lo que ocurría hasta hace cierto tiempo, cuando la inteligencia en el comportamiento de los mismos se ceñía a la ejecución de unos modelos de actuación configurados previamente, ahora la Inteligencia Artificial también empieza a llegar a las cosas.

4) Doble digital
Aquí empezamos a adentrarnos en conceptos un poco más complejos, pero sin duda muy interesantes. Un doble o gemelo digital sería una representación de una entidad (persona, empresa, etc.) del mundo real. ¿Y qué razón de ser tienen los dobles digitales? Pues precisamente la de poder explorar el efecto que podría tener la toma de decisiones, estableciendo una simulación bastante realista de sus efectos.
Así pues, podríamos estar hablando de sistemas capaces de “probar” nuestras decisiones antes de que las tomemos, y que por lo tanto nos permita ir más o menos sobre seguro y evitar riesgos cuando no sean imprescindibles.

5) Nube con edge computing
La nube puede tener elementos radicados en el centro de la infraestructura, claro, pero que otra parte de los mismos puede estar repartida por los diversos nodos que acceden al servicio. Es más, no es solo que computación en la nube e inteligencia en el extremo no sean excluyentes, es que, muy al contrario, son perfectamente complementarios. Así, un modelo Cloud con una gran inteligencia centralizada en el data center, pero con capacidad de computación en el extremo, y que por lo tanto sea flexible ante problemas de conectividad, latencias excesivas, redes saturadas, etcétera, es el que, va a empezar a ganar peso a partir de 2018.

6) Plataformas conversacionales
Los fabricantes de software ya llevan muchos años trabajando con ese objetivo. Desde las primeras funciones de lenguaje natural hasta la capacidad de interpretación del mismo por parte de asistentes digitales (como Siri o Cortana), el objetivo es que dejemos de ser nosotros quienes aprendemos a “hablar” con los sistemas, y que sean ellos quienes aprendan a entendernos. Una primera instancia sería la que ya ofrecen los asistentes digitales, a los que, por ejemplo, podemos decirles que queremos escuchar música de un determinado artista, y automáticamente inician la reproducción. Este sistema se extenderá a otros usos, principalmente en entornos profesionales, donde ya no será necesario aprender a emplear complejas herramientas para obtener la información e iniciar las operaciones que necesitemos.

7) Realidad combinada y experiencias inmersivas
La llegada de la Realidad Aumentada supuso un primer punto de ruptura y sirvió para demostrar que, de la combinación de ambos, pueden surgir experiencias más enriquecedoras, sistemas de interacción más sencillos, etcétera. La Realidad Combinada es la evolución natural de la Realidad Aumentada, e incorpora la Realidad Virtual al conjunto de tecnologías y sistemas que emplea para generar experiencias de uso, con distintos fines, que resulten lo más inmersivas y creíbles posibles. Crear espacios de Realidad Combinada (o mixta, como también se la conoce) permitirá probar los efectos positivos que puede tener esta tecnología tanto en entornos de trabajo como, muy especialmente, en el campo de la formación, en análisis, las ciencias, etcétera.

8) Blockchain
Blockchain es la tendencia emergente más fuerte de esta lista. Y es que lo que en sus orígenes fuera un sistema diseñado para la gestión de la transacciones con monedas digital, ahora apunta a convertirse en un sistema capaz de revolucionar por completo muchos de los sistemas empleados actualmente para realizar, entro otras operaciones, un gran número de transacciones económicas que requieren de sistemas muy seguros para minimizar riesgos, pero que con sus planteamientos actuales pueden llegar a demorar durante semanas un proceso que, de otra manera, se resolvería en segundos. De momento esta tecnología y especialmente las plataformas disponibles, aún no han alcanzado el nivel de madurez necesario como para convertirse en una alternativa real para instituciones financieras, empresas, administraciones públicas, etcétera.

9) Orientación a eventos
La inteligencia de negocio, en la actualidad, debe permanecer constantemente a la escucha de lo que ocurre, tanto dentro como fuera, y contar con la capacidad de adaptarse rápidamente a dichos eventos. Evidentemente, es necesario contar con las herramientas que nos ofrezcan toda la información que necesitamos, y por supuesto es imprescindible llevar a cabo un profundo proceso de transformación de la cultura de empresa. Y es que, contar con todas las soluciones tecnológicas más novedosas sirve de poco si no somos capaces de dotar a las empresas de la flexibilidad necesaria para emplear dichos datos a cambiar constantemente, adaptándose a los eventos y las conclusiones que nos ofrecen las soluciones de inteligencia.

10) Riesgo y confianza adaptables
Bajo el acrónimo CARTA (Continuous Adaptive Risk and Trust) nos encontramos no solo con una tendencia, sino también con una interesante propuesta para abordar los problemas de seguridad TIC de la actualidad. Y la base del mismo es la necesidad de adaptarse constantemente a las circunstancias, contar con la capacidad de ajustar el nivel de riesgo (que siempre se mantendrá dentro de unos parámetros aceptables) y afrontar las necesidades de cada momento y proceso, así como al nivel de amenazas al que sepamos que nos exponemos en cada momento.
Esto obliga a que la propia plataforma de seguridad empleada en la infraestructura debe ser flexible.

 

Fuente: Lomasnuevo
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